El hombre necesita dormir para que su cuerpo se recupere de las actividades realizadas, el no hacerlo provoca desde cambios en el estado de ánimo hasta alucinaciones. Dormir es una necesidad biológica, que además, motiva al cerebro a crear y en términos generales permite que el individuo tenga una mejor salud, en contraste, no dormir puede reflejarse en hipertensión, depresión, falta de concentración y de memoria, incremento de peso, o agravar otros problemas de salud.
La cantidad del tiempo que dedicamos a ello depende de las características particulares de cada individuo; por ejemplo, en promedio un bebe duerme de 14 a 15 horas diarias, mientras que un niño en edad escolar necesita dormir entre 10 y 11 horas al día; en el caso de los adultos se requiere menos tiempo ya que hay individuos que con solo 6 horas se recuperan aunque en promedio se necesita 8 horas.
Sin embargo, y a pesar de la actividad diaria, algunas personas sufren trastornos del sueño, los cuales pueden manifestarse en forma de insomnio (no poder conciliar el sueño y permanecer dormido), somnolencia excesiva (problemas para permanecer despierto), no mantener un ritmo regular del sueño y/o tener conductas que lo interrumpen; en cualquiera de estos casos lo más recomendable es visitar a un especialista para que nos oriente sobre este problema; no obstante lo anterior, no hay que desechar los consejos de la abuela que recomendaba cenar algo ligero o beber un vaso de te o de leche antes de dormir. La lectura y la meditación también pueden ayudarnos a descansar mejor.