Nuestras enfermedades: Reflejo de nuestra mente

Muchas instituciones, universidades, laboratorios y científicos han estudiado el origen de las enfermedades, y numerosos estudios han demostrado que nuestro estado mental o actitud ante la vida puede ser uno de los orígenes de muchos padecimientos y el modificar estas conductas y mejorar positivamente puede contribuir positivamente al tratamiento o curación.

Por ejemplo, el dolor de cabeza recurrente, significa que nos estamos exigiendo demasiado o sentimos que aquellas tareas u obligaciones que teníamos que realizar, si bien las llevamos a cabo no lo hicimos con la suficiente entrega o calidad, es decir que sabemos que pudimos dar más. Esta inconformidad o auto recriminación se representa como un fuerte dolor de cabeza.

El dolor de rodillas o tobillos significa que probablemente estemos ante un cambio en nuestra vida, como un nuevo trabajo, el inicio de una relación, etc. y representa que tenemos miedo de avanzar, de salir de nuestra zona de confort. Así mismo, el dolor de espalda puede presentarse en varias zonas y cada una representa diferentes situaciones con respecto a nuestra aceptación de la responsabilidad; como cuando tenemos dolor en la zona lumbar y esto significa que las responsabilidades que tenemos las asumimos bien, pero nos cuesta trabajo llevarlas a cabo mientras que el dolor de espalda en la zona de los hombros significa que estamos cumpliendo con obligaciones que no consideramos nuestras, sino de alguien más, no obstante tenemos que llevarlas a cabo y esto nos pesa.

De acuerdo con estas teorías convendría observar nuestras actitudes, pues esto puede ayudar a cambiar nuestro estado físico y mejorar nuestra salud.