La obesidad es un padecimiento que afecta a muchas personas en todos los rincones del mundo y que causa una extensa variedad de problemas de salud como la hipertensión, la arterioesclerosis, la diabetes, afecciones en rodillas y otras articulaciones, disminución de la capacidad pulmonar, alteraciones hormonales tanto en mujeres como en hombres y también problemas emocionales como depresión y ansiedad, además de los psicológicos como falta de auto aceptación y pobre autoestima.
Las medidas para prevenir la obesidad tienen que ver nuestros hábitos. Lógicamente la alimentación es el primer factor que debemos observar y el balancear nuestras comidas y sus raciones es lo más importante. También vigilar los horarios de nuestras comidas, tomando como un ideal el consumir pequeñas raciones de comida 5 veces al día, ya que esto acelera el metabolismo y con ello la capacidad de aprovechar los nutrientes y de eliminar de nuestro cuerpo aquello que no necesitamos. El tercer factor y no menos importante, es el adoptar el hábito del ejercicio, aun cuando éste sea moderado como caminar diariamente 30 minutos.
Todos estos hábitos son más fáciles de adoptar si lo hacemos desde pequeños, es por eso que es importante que aquellos que seamos padres lo inculquemos a nuestros hijos desde su infancia. O bien, si ya somos adultos, ayuda bastante formarnos la voluntad no sólo de adelgazar o mantener un peso adecuado por razones estéticas, sino como un compromiso con nosotros mismos en la búsqueda de una vida saludable y por ende, más feliz.